Ayuntamiento de Truchas

 El paisaje de Truchas queda configurado por el valle del río Eria, que discurre aquí entre las sierras de El Teleno y de La Cabrera. Es un paisaje montañoso, con cumbres que superan los 2.000 metros, como el Pico Vizcodillo, con 2.124 m., o El Teleno, con 2.188 m, desde las cuales caen las laderas rocosas que se van cubriendo de distintos matorrales, montes de roble melojo, repoblaciones de pinar y mosaicos de pastizales y cultivos con retazos arbolados en las zonas más inferiores. En estas montañas dominan los materiales del Paleozoico inferior, con algunos crestones rocosos y abundantes formaciones pizarrosas y cuarcíticas en cuyos sectores a mayor altitud perviven muestras de la dinámica glaciar, siendo el Lago Truchillas el elemento más destacado.

En Truchas, el fuego y los usos tradicionales han modelado secularmente el paisaje vegetal. Las comunidades vegetales más abundantes son las de los distintos matorrales. En los espacios a mayor altitud aparecen una vegetación y una flora de alta montaña singulares.

 Amplias áreas aparecen cubiertas por brezales, tanto de Erica arborea, de flores blancas, como de E. aragonensis y E. umbellata, de flores rosadas. Los piornales o escobares más característicos son los de Cytisus oromediterraneus en las laderas altas y Cytisus scoparius en zonas más bajas, junto con las carqueixas (Genista tridentata), que añaden más cromatismo a este paisaje vegetal con sus intensas flores amarillas.

También en Truchas aparecen grandes superficies de pinar (Pinus pinaster y Pinus silvestris) procedentes de repoblaciones de diversa antigüedad, los cuales ofrecen un buen refugio a muchas especies de fauna.

Las formaciones de hoja caduca vienen representadas por los rebollares (Quercus pyrenaica), que siglos atrás ocuparían mayores superficies en Truchas, y por otras de menor extensión, como las comunidades de ribera, a orillas de las principales corrientes fluviales (destacando las alisedas o bosques de humeros del Eria), u otras más localizadas como los pequeños bosquetes de abedul (Betula celtiberica).

 Aunque de estas montañas desaparecieron hace ya décadas algunas de las especies más emblemáticas del noroeste ibérico, como el propio oso (Ursus arctos), la fauna de Truchas mantiene algunas comunidades y representantes de sumo interés, dada la variedad de hábitats que se distribuyen por el municipio, desde los enclaves rocosos de cumbre de El Teleno y los ambientes glaciares del Lago Truchillas hasta los fondos de valle ribereño del Eria y sus afluentes.

Algunos de los enclaves más solitarios de las montañas que circundan el municipio todavía presentan algún bando de la escasa perdiz pardilla (Perdix perdix hispaniensis). En estos lugares alejados de la mirada humana, más aislados y a mayor altitud, campea el águila real (Aquila chrysaetos) y deambulan los lobos (Canis lupus signatus).

Una rica comunidad de pequeñas aves de montaña se instala en los roquedos, canchales y matorrales, destacando especies como el pechiazul (Luscinia svecica), el roquero rojo (Monticola saxatilis) o el acentor alpino (Prunella collaris).

También se encuentran presentes en Truchas, con poblaciones muy nutridas, los grandes herbívoros, como el ciervo (Cervus elaphus), el jabalí (Sus scrofa) y el corzo (Capreolus capreolus). Por muchos lugares del municipio no resultará difícil encontrar rastros de estas especies (huellas y excrementos) y, sobre todo al amanecer o al atardecer, podremos con suerte ver algún ejemplar en los distintos bosquetes y masas de arbolado que salpican el territorio de Truchas.

Las poblaciones de algunos reptiles de interés también son importantes, destacando el lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), que busca los herbazales húmedos de las laderas y los fondos de los valles, y la lagartija serrana (Lacerta monticola), que habita principalmente en las más soleadas y áridas laderas de pedregal.